Como hemos visto a Jesús transformar los corazones de las mujeres y cambiar vidas, hemos aprendido que hay dos elementos esenciales para este crecimiento: la lectura diaria de la Biblia y la oración. Permita que Jesús le hable leyendo y meditando en Su Palabra y pasando tiempo escuchándolo y hablando con Él.
No puedes sentarte a los pies de Jesús todos los días y no cambiar…simplemente sucede.